miércoles, 25 de febrero de 2015

Tú no eres tus zapatos


Le dedico este artículo al Presidente de una compañía, una “Boutique” del Coaching, la excelencia en el Desarrollo de Personas y el Coachplacement, que con su ejemplo aportó una enseñanza que conjuga coherencia y congruencia en la gestión y desenlace de una “situación compleja de gestionar”.

La coherencia exige mantener la relación estructural entre los diversos elementos que conforman todo proceso de pensamiento o de conducta. La palabra coherencia es de la misma familia que ‘cohesión‘, que proviene del Indoeuropeo ‘ghais-’ (adherir), de donde surge el verbo griego ‘airéo‘ (tomar, asir, elegir), y el latino ‘haereo‘ (estar unido, adherido). De la misma raíz deriva también el término latino ‘haerentia‘ (herencia), que significa ‘cosas vinculadas’ al conjunto familiar, las ‘pertenencias’. Por otra parte, el prefijo ‘co-’ indica que algo se une o actúa juntamente con otra cosa.

Por su parte, el término congruencia sale verbo latino ‘cóngruo’ (de ruo + g + cum, que significa, entre otras acepciones, concordar. Por tanto, lo congruente es lo que sirve para formar un conjunto homogéneo, cierta manera de pensar de cada uno o de un determinado grupo.

Por todo ello, podemos decir que coherencia significa mantener la relación y la armonía en un conjunto de ‘cosas’ (materiales, pensamientos), y para eso hace falta tener las ideas claras, mediante un estudio crítico previo (análisis, comprensión, valoración y decisión). Dicho estudio crítico exige tomar decisiones distintas según los cambios que se produzcan en las cosas, en los intereses o en la información, según se rija uno por principios lógicos, éticos o lúdicos.

No es nada difícil detectar en nuestra conducta infinitos casos de incoherencia, a pesar de que intentemos convencer al interlocutor o al ‘auditorio’ de todo lo contrario. Y no es siempre por interés de engañar sino porque a veces nos equivocamos, ya sea por desconocimiento de los conceptos o de los hechos, ya por ignorancia de las reglas de la Lógica.

La coherencia, por sí misma, no garantiza más que las leyes del proceso. Por tanto, no implica la verdad ni la bondad de lo que se dice o hace. Solo muestra que se ha seguido un camino sin fallos, al partir de un determinado principio o posición.

La coherencia individual o parcial solo exige a cada uno no desviarse de ‘sus’ propios puntos de partida, basados en sus particulares valores y saberes. Mientras que la coherencia general (según la Lógica) exige pensar que los valores, principios y reglas que conforman cualquier proceso de análisis y valoración, ‘valen’ para todo el mundo libre y ‘sano’, o que, al menos, nadie puede refutarlos, razonablemente.

Este estrecho vínculo entre pensamientos, emocionalidad y corporalidad es lo que hace que cuando percibimos alguna “incongruencia” entre lo que se dice mediante el lenguaje verbal y lo que se expresa a través del lenguaje no verbal, nos produzca duda…

Cuando en una conversación sentimos “congruencia” en nuestro interlocutor, naturalmente nos genera tranquilidad y confianza ya que nos permite presuponer que lo que dice es coherente con lo que piensa y siente. Podemos decir que una persona es congruente cuando está alineado y existe una total coherencia ente lo que piensa, lo que siente y lo que dice. La congruencia interna tiene un impacto muy positivo en la comunicación interpersonal ya que transmite sinceridad y comunica convicción, y por lo tanto tiende a generar confianza en el interlocutor.

Por el contrario, cuando percibimos “incongruencia” nos genera inquietud y desconfianza. Es lógico que esto suceda, ya que el lenguaje no verbal de la persona da cuenta de su estado
emocional, y a su vez éste es producto de su proceso de pensamiento, y por lo tanto, si sentimos que lo que la persona expresa a través de su discurso verbal no es coherente con su emocionalidad, naturalmente nos ponemos en alerta y sin duda tendemos a desconfiar de lo que se manifiesta con la palabra.

Esto es una invitación para Managers, Líderes, Gestores de Personas a instaurar esta práctica tan ecológica en su día a día, en su delegación y sobre todo en su “Generación de Confianza”…clave del éxito en Management.

(La mejor forma de predecir tu Carrera, es CREARLA).

Artículo publicado en TALENTO ed. Ene-Feb 2015

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